La tamborrada de San Sebastián

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La tamborrada de San Sebastián es la fiesta con la que cada 20 de enero la ciudad de San Sebastián, capital de la provincia de Guipúzcoa, en el País VascoEspaña, celebra el día de San Sebastián, su santo patrón.

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La fiesta de la tamborrada consiste en una serie de desfiles de tambores y replicantes que van tocando piezas, en su mayoría compuestas ex profeso para el acto por Raimundo Sarriegui en el siglo XIX. Los que portan tambor van ataviados con trajes militares napoleónicos mientras los replicantes, que portan barriles de madera, van vestidos de cocineros.


Antecedentes históricos de la celebración del Día de San Sebastián

Los antecedentes de la celebración del día de San Sebastián en la ciudad del mismo nombre se remontan al año 1597. Aquel año se produjo una epidemia de peste en Pasajes de San Pedro, que por aquel entonces era todavía un barrio donostiarra. Muchos donostiarras acudieron en peregrinación a la Iglesia de San Sebastián el Antiguo rogando por la protección del santo Sebastián. Aquella iglesia se encontraba extramuros en el actual barrio de El Antiguo, donde había existido el primitivo núcleo de población de la villa, antes de su fundación y había dado el nombre a la ciudad. La epidemia remitió y en agradecimiento los vecinos hicieron el voto perpetuo de tomar a San Sebastián como patrón de la ciudad y celebrar anualmente, el 20 de enero, su festividad.

La celebración consistía originalmente en una procesión cívico-religiosa, con música de tambores, flautas y dantzaris, que desde la Iglesia de Santa María en la ciudad amurallada trasladaba hasta el Antiguo la reliquia del santo a través del arenal que era el actual paseo de la Concha. La fiesta se enfrentaba, sin embargo, al problema de que según el santoral católico, la festividad de San Sebastián caía en el 20 de enero, coincidiendo con el mes más frío y uno de los más lluviosos del año, en las fechas menos apropiadas para realizar una procesión de este tipo. El ayuntamiento trató repetidas veces sin éxito que la Iglesia autorizara un traslado de la festividad a fechas más veraniegas. El 31 de agosto de 1813 se perdieron las reliquias del santo durante la toma y quema de la ciudad por parte de los ingleses. Este hecho, que dejó a la procesión sin parte de su sentido, unido a las históricas quejas por el mal tiempo hicieron que el ayuntamiento se plantara finalmente ante la Iglesia y en 1831 decidiera unilateralmente no tomar parte en la procesión. Ante este hecho la Iglesia concedió un permiso para que la fiesta se celebrara dentro de las murallas de la ciudad (en la actual Parte Vieja) y más concretamente en la Basílica de Santa María del Coro. La desaparición de la procesión tradicional y el cambio de lugar de celebración de la fiesta dieron lugar a profundos cambios en la forma de la misma durante los siguientes años. En paralelo a los festejos religiosos fue tomando cada vez más fuerza la consideración del Día de San Sebastián como un preludio de los Carnavales, siendo de alguna forma el pistoletazo de salida para varias semanas de eventos carnavalescos, que se cerraban con el Entierro de la Sardina.

El carácter religioso originario de la fiesta no se ha perdido totalmente, ya que aún hoy en día se celebra una solemne misa en la Basílica de Santa María del Coro el 20 de enero, pero se trata ya de un elemento marginal de la fiesta.


Origen de la Tamborrada de San Sebastián

No parece que la Tamborrada tenga un origen directo en las Guerras Napoleónicas. Hasta el derribo de las murallas de la ciudad en 1863, San Sebastián fue una plaza militar y todas las mañanas un pequeño desfile militar atravesaba la Parte Vieja, desde el Cuartel de San Telmo (actual Museo de San Telmo) hasta la Puerta de Tierra en las Murallas (ya desaparecida, donde se ubica actualmente el Boulevard), para proceder al relevo de la guardia. En una ciudad sometida a un régimen castrense, pero que era muy carnavalera, no es de extrañar que surgiera tarde o temprano una imitación paródica de esos desfiles militares que la cruzaban a diario.

En algún momento de la década de 1830, probablemente entre 1834 y 1836 nació una comparsa de Carnaval que salía hacia las 5 de la mañana el día de San Sebastián a modo de Diana para anunciar la sokamuturra (toros ensogados) que se celebraba ese día, como en todos los días de gran fiesta, en la Plaza de la Constitución. Se trataba de una comparsa de carnaval en la que cada cual se disfrazaba de forma distinta y divertida, sin uniformidad. Tras finalizar su recorrido, la comparsa se unía al tamboril y entraba de forma conjunta en la Plaza de la Constitución. Durante treinta años se tocarían músicas como Urra papitoPastelero e Iriyarena (el primitivo) y la Marcha de San Sebastián original del maestro Santesteban, además de distintos pasacalles populares. La Tamborrada de la Unión Artesana, que es la que cierra actualmente la fiesta, está considerada como la heredera directa de esta Tamborrada original. Aunque Unión Artesana surgió en 1870 y sacó una Tamborrada por primera vez en 1871, es heredera de una sociedad más antigua «La Fraternal», a la que absorbió en 1879 y que se cree estaba entre las organizadoras de las primeras comparsas de tamborrada.

El compositor Raimundo Sarriegui compuso en la segunda mitad del siglo XIX para esta comparsa el grueso de las piezas que actualmente se tocan en el Día de San Sebastián. En 1861 compuso la actual Marcha de San Sebastián, que vino a sustituir a la anterior que era obra de José Juan Santesteban. Sarriegui no solo compuso música para la Tamborrada, sino un amplio repertorio que abarcaba diferentes comparsas y todo el ciclo de los Carnavales donostiarras (Tamborrada de San Sebastián, Caldereros, Iñudes, Recepción del Rey Momo, Entierro de la sardina, etc…). La letra de la Marcha de San Sebastián, escrita por Serafín Baroja, padre del famoso escritor Pío Baroja, hace al final referencia a la llegada de los Carnavales, dando a entender que la fiesta se concebía en aquella época como el primer hito de los Carnavales.

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Balneario de Cestona (Guipuzcoa) años 20

En 1804 abre sus puertas el Balneario de Cestona y se inicia el turismo en el País Vasco. La primitiva Casa de Baños construida ese año sobre la captación de los manantiales, renovada y actualizada, continúa manteniendo las hidroterapias. La casa inicial fue ampliándose durante el siglo XIX. El complejo terminó con el inicio de la construcción del Gran Hotel, edificio insignia del Balneario, en 1893.

Guillermo Gorostiza Paredes ‘Bala roja’

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Guillermo Gorostiza Paredes, nació en la población de Santurce, en la provincia de Vizcaya, en España, el día 15 de febrero de 1909. Su demarcación era la de extremo izquierdo.

Gorostiza nació en el seno de una familia media-alta, la cual pretendía que el joven Guillermo estudiase en un colegio como interno, pero era demasiado extrovertido y travieso, aparte que era un nefasto estudiante.

Por aquel entonces Gorostiza comenzó a trabajar en una factoría naval situada en Sestao, donde, poco a poco, comenzó a aprender el oficio de tornero.

En el año 1925, cuando el jugador tan sólo contaba con 14 años de edad, empezó a jugar en el club del Sestao, donde ya jugaba el portero Blasco.La temporada siguiente el Zugarte de Guecho le ficha y un año más tarde el Arenas Club, de la misma localidad, le ficha por 150 pesetas, poco menos de 1 Euro.

En el año 1928, el jugador es fichado por el Racing del Ferrol, el cual le hace una ficha para poder jugar con la primera plantilla,

En el año 1929, el Athlétic Club de Bilbao lo ficha por 20000 pesetas. El fichaje se complicó durante diversos meses, ya que el Arenas era el máximo rival de los de “San Mamés”, pero al final se pudo producir.

En el año 1930, la selección española de fútbol lo convoca para disputar partidos internacionales, lo cual hizo en 19 ocasiones.

En el equipo bilbaíno, Gorostiza permaneció 11 temporadas, donde fue reconocido como un gran jugador y recordado con cariño hasta nuestros días.

El jugador, que tenía una gran velocidad, fue bautizado como la “bala roja”.

Durante la Guerra Civil española, Gorostiza militó en la selección de Euzkadi, donde formó plantilla con otros grandes jugadores como Blasco o Regueiro.

Después de la guerra, el jugador regresó a las filas del Athletic Club, estando 2 temporadas en el mismo, para ser traspasado en el año 1941 al Valencia FC, donde permanecería 6 temporadas.

El Barakaldo ficha al jugador en el año 1946 por dos temporadas y un año después el CD Logroñes le ficha por otra temporada.

En el año 1949, el modesto club asturiano del Juvencia de Trubia, le ficha por 2 temporadas y en el año 1951, cuando el jugador cumple los 41 años de edad, decide poner punto y final a su etapa como jugador de fútbol.

El día 23 de agosto del año 1966, Gorostiza muere en la ciudad de Bilbao como consecuencia de una afección pulmonar, seguramente agravada por su adicción al alcohol.

Dentro del palmarés del jugador están las 6 Ligas españolas, 5 Copas del Rey y a título individual, el jugador tiene 2 Trofeos Pichichi.

Documental dirigido y producido por Summers en 1966 sobre la trágica vida de afamados deportistas españoles tras su retirada, titulado «Juguetes Rotos». Este corte se centra sobre Gorostiza, ex-jugador de fútbol y el mejor extremo izquierda que ha dado el balompie nacional en toda su historia.