Santuario de Loyola

En Loiola no solamente podrás visitar su lugar de origen sino también conocer las circunstancias de su azarosa vida.

Te sorprenderá encontrar el Santuario en mitad del Valle de Urola, rodeado de montañas y en un entorno idílico. El conjunto del Santuario, muestra del barroco arquitectónico, está edificado en torno a la Casa Torre medieval en la que Íñigo de Loyola nació en 1491.

La conocida como “Casa Natal” trasladará tu imaginación a la época feudal a través del linaje del Santo, el de la familia de Oñaz y Loyola, que se conoce desde el siglo XIII. Sus muros de casi dos metros de espesor, troneras, e incluso bombardas antiguas te harán sentir que accedes a una fortaleza medieval, como de hecho era el edificio originalmente.

El centro del Santuario está ocupado por la Basílica, que data de 1738, con su majestuosa cúpula, precedida por un amplio pórtico decorado en estilo churrigueresco. Una vez dentro, en su altar mayor podrás ver la estatua de plata de San Ignacio, donada por la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, una entidad de comercio naval con América clave en la historia de Gipuzkoa.

Loyola es uno de los lugares más destacados de Euskadi, tanto desde el punto de vista histórico como por sus tradiciones y también por el entorno natural en que se encuentra. Ven y siente su espiritualidad, que puedes completar realizando la llamada “Ruta de los tres templos”, visitando también los cercanos santuarios de Arantzazu y La Antigua (Zumárraga).